FICHA
DE CÁTEDRA:
Por
Daiana Illa
La
presente ficha de cátedra está pensada para los alumnos de la
formación docente del profesorado para el nivel secundario,
estudiantes en formación para otros niveles y docentes, a quienes
pueda aportar una mirada global sobre la escritura.
Para
la confección del presente texto se retomaron los aportes teóricos
de Daniel Cassany, quien propone un panorama global sobre el proceso
complejo de escritura. Este autor piensa a la escritura como un
sistema autónomo, con sus particularidades y de vital importancia
para la comunicación humana.
Según
Cassany, la escritura es la manifestación de la actividad
lingüística que nos es propia a los seres humanos. Es una actividad
humana que hace uso del lenguaje para que signifique lo que
pretendemos significar, con el fin de concretar un objetivo. Sin
embargo, además de lenguaje e intencionalidad necesita asociarse a
un contexto comunicativo para que esa escritura pueda ser
interpretada.
Cassany,
D. (1999) construir
la escritura. Cap.
1 ¿Qué es escribir?
Entonces,
la escritura es un acto contextualizado porque es utilizada en una
determinada comunidad de hablantes que comparte una base cultural
común. Es decir, una concepción del mundo y determinados
conocimientos enciclopédicos. Lo que se escribe en el acto de
composición constituye una parte de lo que se quiere comunicar, por
lo que se necesita del contexto para una correcta recepción e
interpretación del mensaje.
Ese
mensaje es elaborado, entonces, partiendo de la interacción entre
los conocimientos previos de los interlocutores (conocimiento
enciclopédico, léxico, etc.) y los signos escritos. Por lo que este
teórico concibe a la escritura como un proceso que es dinámico, y a
la vez, abierto de construcción de significado. Es decir, no podemos
pensar a la escritura como un proceso espontáneo, lineal y acabado,
sino que todo lo contrario: es un proceso planificado, espiralado,
dinámico y abierto a la revisión.
La
escritura como sistema autónomo
Como
se enunció al principio, Cassany piensa a la escritura como un
sistema de signos equiparable (en importancia) al código oral, con
una autonomía que le da entidad propia e independencia con respecto
a la oralidad.
La
escritura, en tanto sistema, posee reglas y características que les
son propias y difieren del código oral. De entre las reglas que este
autor propone tener presentes, hace énfasis en las siguientes:
Adecuación:
propiedad
del texto que determina la variedad y registro que se debe emplear
para presentarse como un escritor competente.
Coherencia:
entendida como de naturaleza semántica, que trata sobre el
significado del texto, es la propiedad que va a seleccionar la
información y organizar la estructura comunicativa de un modo
determinado.
Cohesión:
pensada como la propiedad de carácter sintáctico, es la que
conecta las diferentes frases entre sí mediante mecanismos de
cohesión para asegurar: la comprensión de cada frase en relación
con el resto, y la comprensión del significado global del texto.
Modelos
teóricos sobre la composición escrita
“Teorías
sobre el proceso de composición”
Para
explicar la compleja actividad intelectual que significa la
escritura, Cassany retoma algunas teorías que ofrecen una visión
completa sobre este proceso.
El
modelo de las etapas:
propuesto
por Gordon Rohman quien concibió a la escritura como un proceso
complejo formado por tres fases. En primer lugar, pre-escribir
que
es la etapa intelectual e interna en la que el autor va a elaborar
su pensamiento y todavía no escribe frase alguna. En segundo y
tercer lugar, escribir
y
re-escribir
que
comprenden las etapas de la redacción del escrito propiamente
dicha: desde las primeras ideas hasta la corrección final.
El
modelo del procesador de textos: trabajado
por Teun A. Van Dijk ofrece un modelo general de procesamiento de
textos que incluye tanto la comprensión como la producción de los
mismos. Retoma conceptos de la lingüística textual y un enfoque
cognitivo para elaborar un conjunto de reglas (operaciones mentales)
para la codificación y la descodificación de textos.
Uno
de sus conceptos básicos es la macroestructura: un resumen mental,
un conjunto de informaciones de importancia que presenta un orden
lógico, elaborado en la mente de un sujeto para procesar un texto.
El
modelo de las actividades académicas:
retomando la propuesta del modelo de las etapas, May Shih propone
redefinir sus etapas en: pre-escribir,
escribir el borrador y revisar.
Debido a que concibe que los textos académicos quedan por fuera de
la propuesta de Rhoman, ya que presentan una estructura variable,
con limitaciones en cuanto al tiempo de elaboración disponible en
las instancias académicas, el lenguaje especializado y la
objetividad que demanda.
Los
modelos cognitivos: con
un interés enfocado en los procesos cognitivos que intervienen en
la composición escrita, Flower y Hayes elaboran un modelo que da
cuenta de las estrategias que se emplean para redactar y de las
operaciones intelectuales que conducen la composición. Es decir,
que en su propuesta contemplan por un lado, los procesos de
planificación, re-lectura, revisión y la jerarquización a la hora
de autocorregirse o corregir; por otro, la intervención de las
memorias (operativa y de largo plazo), la formación de objetivos,
etc.
Los
modelos cognitivos: una actualización-.
El
modelo que ha tenido una amplia difusión es el de Hayes y Flower, el
cual presenta a la escritura como un proceso recursivo, donde los
procesos que implica plantean un orden y una interacción variada e
indeterminada. Cassany presenta una actualización por parte de Hayes
(1996) de ese modelo cognitivo.
Dicho
modelo incorpora un componente actitudinal y motivacionales,
incorporación que integra aspectos socioculturales, cognitivos y
emocionales; lo individual y colectivo.
En
esa distinción del componente individual del contexto sociocultural.
En lo que respecta a lo individual se destaca una interrelación
triangular entre los componentes afectivos (Motivación/ Emociones),
cognitivos (Procesos comunicativos) y conceptuales (Memoria a largo
plazo).
Por
un lado, en el componente motivador y emocional se presenta la
influencia que tienen los valores o las creaciones sobre la escritura
en acto de escribir. Por otro, el componente de conceptual que tiene
lugar a nivel de la memoria. Hayes distingue dos tipos de memorias:
Memoria
de trabajo:
aquella que constituye un recurso limitado para el autor, donde se
puede llegar a producir la “sobrecarga cognitiva”; aquel
fenómeno que a causa de altas y variadas exigencias en la
composición de la composición desbordan la limitada capacidad de
dicha memoria, por lo que da lugar a la producción de “desajustes”
en el texto compuesto.
Memoria
a largo plazo:
es el almacén ilimitado donde el sujeto guarda los datos
lingüísticos y extralingüísticos que utiliza para la
composición. En ella se alojan ‘esquemas’ de tareas que se
corresponden a ‘paquetes de información’ de carácter
procedimental para ejecutar las diversas actividades que comprende
la composición.
En
cuanto al componente cognitivo, Cassany coloca allí el foco de
atención. Este autor plantea que las conductas cognitivas que tienen
su realización en la escritura de autores variados, en estos últimos
años han tenido mayor influencia las investigaciones desde la
psicolingüística. Esta disciplina ha formulado modelos teóricos
para lograr explicarlas (a esas las conductas) partiendo de la
identificación de las principales tareas que tiene que resolver el
autor mientras escribe.
El
modelo actualizado por Hayes (1996) reorganiza los procesos
cognitivos en: interpretación textual, reflexión y textualización.
Leer
para comprender textos:
es la lectura y la interpretación de textos que el autor va a poder
utilizar con fuente informativa, modelo u orientación para la
escritura.
Leer
para comprender la tarea:
es la interpretación de las instrucciones escritas que, de acuerdo
con el contexto, definen las tareas de composición. Lograr elaborar
representaciones precisas sobre el ‘problema retórico’.
Leer
para evaluar el texto:
es la interpretación del texto que va gestando el autor. Es aquella
que se realiza para revisar, para construir el significado del texto
y así poder realizar la comparación entre lo que se quería
producir y lo que se obtuvo. Esta tarea es necesaria a fin de
{detectar los ‘desajustes’ para luego identificarlos y operar
sobre ellos.
Solución
de problemas:
se
trata de elaborar un método mental para conseguir un objetivo
cuando no disponen en la memoria a largo plazo.
Toma
de decisiones:
consiste
en evaluar las opciones posibles para un hecho y elegir una.
Inferencia:
se
trata de elaborar información nueva partiendo de la vieja, es
decir: expandir los datos ya conocidos a fin de superar la
encapsulación de posiciones o puntos de vistas.
En la reflexión
propone incluir a la planificación para elaborar una configuración
del texto, que puede ser representación mental alojada en la memoria
de trabajo o tener forma gráfica.
La planificación
está
incluida en los procesos de reflexión como un tipo de solución de
problemas. Se incluyen en ella operaciones para elaboración de una
configuración del texto bajo una representación mental situada en
la memoria de trabajo.
En
la planificación intervienen una serie de procesos:
Formular
objetivos:
es la definición de los propósitos del texto; formación de
imágenes de lo que se pretende conseguir.
Generar
ideas:
consiste en actualizar o recuperara de la MLP todos los datos
relevantes.
Organizar
ideas:
darle un orden a los datos recuperados, que fueron generados de una
manera caótica, en una estructura organizada según principios y
criterios acordes con los objetivo.
Hayes
propone el proceso “provisional” de generación de prosa:
En
primer lugar, el autor utiliza elementos del plan del escrito y de
la prosa elaborada hasta entonces para recuperar paquetes de
contenido semántico, almacenados en la MLP.
Seguido
a ello, vierte dichos paquetes en la memoria de trabajo.
Luego,
elabora una posible forma verbal oara expresar dicho contenido y la
almacena en una memoria articuladora temporal. Repite la operación
hasta agotar el contenido semántico guardado en la memoria de
trabajo.
Después,
articula la forma verbal elaborada de manera vocal o subvocal.
Finalmente,
evalúa dicha forma y, si obtiene resultado positivo, la redacta; si
es negativo, repite los dos anteriores pasos.
Cassany,
trata un proceso que es de importancia en la composición escrita: la
revisión.
La
revisión
la
propone desde el modelo Comparar-
Diagnosticar-Operar
de Beretier y Scardamalia (1987). Este modelo concibe su presencia
durante toda la composición, actuando en cualquier producción, ya
sea intermedia o final, e interrumpiendo otros procesos.
Dicho
modelo trabaja con dos representaciones mentales:
El
texto intentado:
es aquel que el autor ha planificado, la meta que quiere conseguir.
Es una representación global de la unidad discursiva, que incluye
aquellas partes que el autor todavía no ha elaborado.
El
texto actual:
son los planes o borradores realizados por el autor. Puede contener las
partes físicamente elaboradas del mismo.
Las
etapas que presenta son: una primer etapa, denominada comparar,
donde se contrasta las dos representaciones en busca de desajustes:
si detecta un desajuste, se pasa a la siguiente etapa. La segunda
etapa, denominada diagnosticar,
es la búsqueda en el texto actual de la causa del desajuste. Si el
autor acierta en identificar la causa tiene dos posibilidades: 1-
cambiar el plan, y la representación del texto intentado, 2-
modificar el texto actual. En el caso de no lograr identificar la
causa, puede regresar a comparar
o
dejar el modelo. La tercer etapa es operar,
que
consta de dos pasos: 1- elegir la táctica:
escoger
el método más adecuado para modificar el texto actual atendiendo la
causa del desajuste; 2- generar el cambio: realizar el cambio
diseñado.
Bibliografía:
Cassany,
D. (s/f) Describir
el escribir. Cómo se aprende a escribir,
“¿Qué es el código escrito” y “Teorías sobre el proceso de
composición”. Paidós, 4° edición.
Cassany,
D. (1999) construir
la escritura. Cap.
1 ¿Qué es escribir? Paidós: Barcelona.